Millones
de años atrás la vida estuvo sola en el mundo
y
siendo anciana y siendo fuerte…
encontró donde sembrar la planta hembra
junto a la planta macho.
Crecieron
junto a ella sus faldas de agua
las
aletas se proyectaron en los destellos azules
y
los cuentos de sirenitas.
—Príncipes de los juncos, ánades de la rareza.
¡Disminuyeron
los relojes!
Y
se tendieron las estrellas.
Naciste
tú, el otro, hecho de a dos
—triunfo mortal, victoria de Samotracia.
La
luz encontró a los ojos, dibujó la primera mirada.
Una
brisa sopló entre la hierba alta,
uno
y otro se vieron —un enjambre de abejas caucásicas
voló
sobre sus cabezas.
Las
cabezas de los primeros mortales de la tierra.
Comentarios