Me dijiste voy
yo te dije espero
y en llegando que llegaste tú
completamente
de la distancia breve y del breve tiempo
abrí mis brazos para recibirte
abrí mi puerta y te invité a sentarte
—pequeñita mía, hermosa criatura.
Qué bella estabas, lo recuerdo
brillabas, y era increíble estar ahí
brindando con vino o convidándonos tequila
con limón y sal aquella noche
de la despedida.
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